Pesebre
clac
hizo el pestillo
de la puerta al cerrarse
al encerrarnos acá adentro,
papá detrás de la muralla
camina, golpea
la pared y no deja
escuchar
el sonido de la baratija colgada
del árbol iluminado
cantando un villancico desganado,
desgastado,
que no entre, que no entre,
mamá en un rincón del cuarto,
entre las sombras,
a la doceava campanada
se agarra la cara se
delinea la marca,
me ofrece el pedazo de pan
dulce apretado contra el pecho
y la apreto contra mi pecho
en medio de este pesebre partido
rogando que algún fuego volador
se desvié de su camino
entre por la ventana
y nos ilumine
desde arriba.
Poema publicado en Mirad al cielo ¡Los renos caen ardiendo! Antología de poesía navideña, Ediciones Clase Turista, Buenos Aires, 2009, que reúne los poemas que obtuvieron premios y menciones y que resultaron finalistas del concurso que la editorial organizó con el Centro Cultural de España en Buenos Aires.