Sobre la actitud del sabio cínico y su camino hacia la felicidad

¿Y cómo es posible que sin poseer nada, desnudo, flaco, sin casa, sin hogar, sin criados ni patria se pueda vivir felizmente? Pues ved que el dios os ha enviado a quien os mostrará que es posible de hecho. “Miradme, estoy sin casa, sin ciudad, sin propiedades ni criados. Me acuesto en el suelo. No tengo mujer, no tengo hijos, ni una celdilla, sino sólo la tierra, el cielo y un tosco mantillo. ¿Y qué me falta? ¿Es que no vivo sin pesar, no vivo sin miedo, no soy un hombre libre? ¿Cuándo me vio alguno de vosotros errar en mi deseo, caer en una desviación? ¿Cuándo hice reproches a un dios o a un hombre? ¿Cuándo inculpé a alguien? ¿Acaso me vio alguno de vosotros malhumorado? ¿Cómo me enfrento a los que vosotros teméis y admiráis? ¿Acaso no lo hago como a esclavos? ¿Quién, viéndome, no cree ver a su propio rey y señor?” ¡Éstas son las palabras de un cínico, ésta su impronta, éste su designio!»

Arriano, Diatribas de Epicteto III 22, 45-50

Fuente: http://www.culturaclasica.com/colaboraciones/aproximacion-filosofia-cinica.pdf

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s