un poema de la felicidad ajena con foto de ventana a la hora de la siesta en mones cazón

 
Viaje al campo 

Quizá sea la transpiración
o la fragancia del papel
entre mis piernas
como aquella vez
en la oscuridad
cuando sentí el olor
de las revistas Toni
que me prestabas.
.
Mientras las demás
hacían figuras de barro
yo te esperaba en el mundo
de Dax y de Gilgamesh
donde todas éramos
princesas heroicas
con diademas de oro
y sangre a borbotones.

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