Puedes verla voltear poco a poco nuestras timideces.
Lleva manos libres en los ojos y a cada rompimiento de la noche
apura nuestras pequeñas técnicas.
Debemos seguir en la corriente en la forma del deseo y del alcohol ahora.
Hundirnos en sus lagunas vacilantes.
Acoger lo que imparte esta aventura para terminar en la mujer
que mueve sus misterios hacia nosotros.