Pero yo, en cuya alma se reflejan
las fuerzas todas del universo,
en cuya reflexión emotiva y sacudida
minuto a minuto, emoción a emoción,
cosas antagónicas y absurdas suceden:
yo el foco inútil de todas las realidades,
yo el fantasma nacido de todas las sensaciones,
yo el abstracto, yo el proyectado en la pantalla,
yo la mujer legítima y triste del Conjunto.
yo sufro ser yo a través de todo esto como tener sed pero no de agua.