leonor garcía hernando . supe entonces que si era fea compartiría la suerte de unas plumas sangrientas

………..en la mesa familiar mi padre no tenía silla.
Él comía parado, erguido sobre el mármol como un
monumento fúnebre;
pero su voz era alegre y ronca
y le gustaba relatar los condimentos usados al preparar
el almuerzo
porque era mi padre quien cocinaba en casa.

………..Tiempo atrás él degollaba gallinas en la pileta
del lavadero
y tapaba los chillidos del animal con el ruido del agua.
Con mi madre compartían ese espacio.
Allí donde mi madre golpeaba la ropa
él golpeaba la cabeza de un pájaro feo y sin otra gracia
que su entrega a una muerte cruenta.

………..Supe entonces que si era fea compartiría la
suerte de unas plumas sangrientas
y así fue cierto
que mi garganta respira por el tajo.

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