POEMA
Viví en el primer siglo de las guerras mundiales.
Casi todas las mañanas me volvía un poco loca,
los diarios llegaban con sus relatos despiadados,
las noticias brotaban de distintos dispositivos
interrumpidas por intentos de ventas a los invisibles.
Llamaba a mis amigos por otros dispositivos;
ellos enloquecían también, por las mismas causas.
Pude al fin tomar lápiz y papel, escribir mis poemas
para otros invisibles, otros aún por nacer.
Durante el día pensaba en esos hombres y mujeres
valientes, en lugares remotos, queriendo vivir
sin etiquetas, con valores casi inimaginables.
Cuando la luz se apagaba y se encendía la noche,
tratábamos de imaginarlos, de encontrarnos unos a otros
para crear la paz, hacer el amor, reconciliar
la vigilia con el sueño, reconciliarnos entre nosotros,
con nosotros mismos. Tratábamos por todos los medios
de alcanzar el límite de nuestro ser, traspasarlo,
soltar los medios, despertar.
Yo viví en el primer siglo de todas esas guerras.
.
Mi versión de Poem, el gran poema pacifista de Muriel Rukeyser.