tener el pelo rojo
los ojos de una geisha
que siempre se sorprende
la cinturita avispa
de una modelo pop
no va a darte ninguna
garantía de verdad.
si me quieren copiar
la onda o la figura
para una producción
elijan a alguien fuerte
con rostro de delfín.
reflejar aunque sea
una pizca de mi
sirenidad no exige
pose, sino destreza:
hay que saber sacar
a relucir las piernas
y cómo proteger
mis escamas del sol.
aquí está mi verdad:
me adueñé del hechizo
que una vez me lanzaron
y ahora puedo correr
por el cemento ardiente
sentir en todo el cuerpo
mi latido, un real
corazón de mamífero.
al llegar a mi casa
terrestre me sumerjo
en el agua de mar
que unas tuberías
le traen a mi piel.
ahí en el silencio
humano de la noche
resplandece mi cola
y puedo al fin cantar
con mi voz de sirena,
para algunos chillido,
mi verdadera voz.